Los signos de admiración (¡!) se usan al principio y al final de una frase o palabra que señala sorpresa o admiración. Este signo tiene la función de representar en la escritura la entonación exclamativa de un enunciado. En la pronunciación, los enunciados que van entre signos de exclamación tienen un tono final descendente, pero con un momento previo de ascenso brusco, en palabras como qué, cuán, cuánto, quién, cuándo...
Al igual que los signos de interrogación deben ir al principio y al final de la oración.
Ejemplos: