Los puntos suspensivos son un signo de puntuación que se utiliza al final de una frase, en lugar del punto. Se representan por tres puntos alineados horizontalmente al nivel de la línea base de escritura (…).
No se deben confundir con los dos puntos, que se escriben verticalmente ( : ).
Tienen el mismo significado gramatical que el punto, si bien indican al lector que la frase precedente podría continuar.
Casos de uso:
- En un diálogo;
- Cuando una frase es interrumpida por el otro interlocutor;
- Para representar duda o titubeo;
- Para sobreentender la pronunciación de vulgaridades sin escribirlas;
- Indicación de presencia de algo sobreentendido en la frase anterior;
- Solicitación de la imaginación del lector;
- Al final de listas no exhaustivas (mismo uso que etc. — nótese que etc., al tener el mismo valor que "…", jamás se escribe etc…).
Sin embargo, hay que advertir que más allá de cualquier norma establecida, los signos de puntuación componen también la arquitectura del lenguaje y por ende del pensamiento escrito. En este sentido, y tal y como sucede en poesía desde hace más de un siglo, no existen normas exactas para reglamentar el correcto de uso de los signos en las partituras, tanto narrativas como poéticas.
Ejemplo:
Mi sargento, no estoy sublevado, es que… ¡Yo hablo así!